¿Que es el trabajo colaborativo?
Según Francisco Martínez: “El trabajo colaborativo es trabajo en grupo. El trabajo en grupo no es trabajo colaborativo.” El trabajo colaborativo es la conformación de un grupo de sujetos homogéneos (con conocimientos similares en el tema), donde no surge un líder como en un trabajo de grupo normal, por el contrario, el liderazgo es compartido por todos los integrantes de esta “comunidad” así como la responsabilidad del trabajo y/o el aprendizaje. Se desarrolla entre los integrantes de dicho equipo, el concepto de ser mutuamente responsables del aprendizaje de cada uno de los demás.
El objetivo final del trabajo colaborativo no es completar una tarea sino lo primordial es que se presente un aprendizaje significativo y una relación entre los miembros del grupo. El rol del tutor en este tipo de trabajo es muy escaso es solamente de observación y de retroalimentación sobre el desarrollo de la tarea. En cuanto a la evaluación se presenta una media de las puntuaciones individuales, se elige la puntuación más baja del grupo y se promedian (así se evalúa el trabajo y la metodología). Cabe resaltar que en este tipo de trabajo se excluye el concepto de competitividad.
Son muy importantes ya que nos permiten poder aprender de otros y
reforzar nuestros trabajos realizados.
Actividades productivas virtuales y lógica de red
La información es
la energía y la sustancia del ciberespacio y el elemento protagonista en todos
sus procesos. Sobre la acumulación informativa y su masiva circulación se
ordenan los procesos de acumulación de poder y de riqueza que han hecho crecer
de forma desmesurada el ámbito virtual de relación socioeconómica. Con esta
información se construye y transforman los edificios simbólicos que dan cabida
a la actividad humana en la red.
Por otra parte la
información adquiere posibilidades de elaboración con mucho más potencial
dentro de la red, ya que no sólo se trata de acumulación, sino que además las
cualidades de ordenación en bases de datos, distribución masiva y múltiples
formatos multimedia, interactivos, etc., la convierte en algo específico, con
valor en sí mismo y objetivable en productos anteriormente inexistentes.
Agrupación
natural de activistas y sus actividades
La interacción en la red
permite la concentración de actividades comunicativas de personas y entidades
dispersas en el espacio. Esa cualidad ha resultado tan clara que desde los
primeros tiempos de Internet surgieron grupos de discusión y trabajo on line de
los más variados temas. La economía incomparable que supone tener una base
virtual permite desarrollar actividades que de otra manera, por el elevado
coste de las comunicaciones convencionales (o no digitales) y su escasa
flexibilidad, no sería factible.
La
selección natural de actividades en red
Las actividades que se
realizan en el ciberespacio cubren una amplia variedad de posibilidades, aunque
siempre basadas fundamentalmente en el trabajo con información (por ejemplo,
trabajos de animación, diseño, programación), ya sea porque el producto
desarrollado es información o porque es la parte informativa-comunicativa de un
proceso diferente (actividades de gestión y comercialización, así como cualquier
otra que esté relacionada con el proceso de información en la ejecución de la
actividad).
Comunidades
virtuales productivas
Antes de pasar a
describir los diferentes tipos, características y funcionamiento de las
comunidades virtuales productivas, es necesaria una mínima acotación de que
podemos considerar en este contexto una comunidad virtual. En ese sentido, nos
interesa más diferenciar lo que puede ser un grupo de personas trabajando on
line en determinadas circunstancias de lo que sería específicamente una CV.
Para esa diferenciación sólo es necesario atender a un elemento y es el de que
ese grupo de personas desarrolle su actividad total o casi totalmente
interactuando en escenarios virtuales sea cual sea su tipo.
Estructuras
organizativas en las comunidades virtuales
A grandes rasgos podemos
describir algunas de las características que deben tener estas organizaciones
virtuales para que permanezcan en el tiempo:
- Existe una
comunidad con un ideario o unos objetivos claros, con elementos que facilitan
una identidad de grupo y una estructura de poder formal o informal pero
reconocido.
- La organización
produce elementos útiles (información, servicios, software, diversión,
etcétera) para la consecución de los objetivos de la misma.
- Existe un número
mínimo (dependiendo de la actividad) de interlocutores activos.
- Hay una clara
identificación de las funciones de los participantes en la organización.
- Se dispone de un
conjunto de herramientas telemáticas y técnicas para la gestión de la
información y la comunicación.
Estos rasgos sirven para
establecer la diferenciación en el espacio virtual de lo que es una
organización propia del mismo de lo que aparentemente puede serlo pero no lo
es. La formalización de cara al resto de la sociedad se establece con los
mismos criterios de las organizaciones presenciales, constituyéndose como
empresas, asociaciones o simples agrupaciones informales. Desde este punto de
vista no hay que restar importancia en este caso a las organizaciones virtuales
informales ya que tanto en volumen de integrantes como de actividad es posible
que sean mucho mayores que las formales. No se nos puede pasar por alto que uno
de los factores de crecimiento en el uso y actividad de Internet es la
proliferación de software gratuito desarrollado por comunidades informales de
programadores.
que son las redes de colaboracion?
Dicha necesidad de colaboración como estrategia metodológica, ha hecho que, como expone Castañeda (2007a), uno de los eslóganes y términos de educación que más se usen en los últimos años sean “Learning Together” (Aprender juntos), “Comunidades de Aprendizaje”, “Inteligencias Conectadas”, “Inteligencia Compartida”; dejando de ser “palabros” y patrimonio exclusivo de expertos investigadores en educación, llegando a convertirse en cada vez más José Javier Díaz Lázaro | ~23~ usuales en cualquier discurso que se precie sobre estrategias de evolución empresarial o de aprendizaje en casi cualquier ámbito.

Dicha necesidad de colaboración como estrategia metodológica, ha hecho que, como expone Castañeda (2007a), uno de los eslóganes y términos de educación que más se usen en los últimos años sean “Learning Together” (Aprender juntos), “Comunidades de Aprendizaje”, “Inteligencias Conectadas”, “Inteligencia Compartida”; dejando de ser “palabros” y patrimonio exclusivo de expertos investigadores en educación, llegando a convertirse en cada vez más José Javier Díaz Lázaro | ~23~ usuales en cualquier discurso que se precie sobre estrategias de evolución empresarial o de aprendizaje en casi cualquier ámbito. Este tipo de colaboración (en redes) se traslada a otro escenario, un escenario virtual, conformando redes de colaboración, entendiendo éstas, según Maldonado y Serrano (2008) como comunidades basadas en la comunicación con fin de construir conocimiento y, así, como exponen Velásquez y Laity (2007), creando flujos de información sin fronteras, que apoyándose del uso de Internet y las herramientas de las tecnologías de información y de las comunicaciones (TIC) han demostrado una gran capacidad de generar conocimiento. Ya en 1995, Adell, se acercaba a este concepto de redes de colaboración en el aula, exponiendo lo siguiente: Estudiantes de clases distantes físicamente utilizan la red como medio de comunicación para realizar proyectos colectivos, recoger e intercambiar datos sobre aspectos diferentes de su medio ambiente o estudiar las diferencias y semejanzas culturales entre comunidades de diferentes países. En un 'revival' sorprendente, una especie de "Freinet electrónico" se apodera de las aulas conectadas a la red: los estudiantes se enzarzan en correspondencias escolares electrónicas y multimediáticas con compañeros de la otra parte del mundo.
Este tipo de colaboración (en redes) se traslada a otro escenario, un escenario virtual, conformando redes de colaboración, entendiendo éstas, según Maldonado y Serrano (2008) como comunidades basadas en la comunicación con fin de construir conocimiento y, así, como exponen Velásquez y Laity (2007), creando flujos de información sin fronteras, que apoyándose del uso de Internet y las herramientas de las tecnologías de información y de las comunicaciones (TIC) han demostrado una gran capacidad de generar conocimiento.
Ya en 1995, Adell, se acercaba a este concepto de redes de colaboración en el aula, exponiendo lo siguiente: Estudiantes de clases distantes físicamente utilizan la red como medio de comunicación para realizar proyectos colectivos, recoger e intercambiar datos sobre aspectos diferentes de su medio ambiente o estudiar las diferencias y semejanzas culturales entre comunidades de diferentes países. En un 'revival' sorprendente, una especie de "Freinet electrónico" se apodera de las aulas conectadas a la red: los estudiantes se enzarzan en correspondencias escolares electrónicas y multimediáticas con compañeros de la otra parte del mundo.

En este nuevo escenario virtual, donde se asientan las llamadas redes sociales, se configuran las “redes de colaboración”. Estas redes, pueden ser llevadas a todo tipo de ámbitos, tanto profesional como educativo, entre otros, y creando del mismo modo una interconexión entre estos tipo diferentes de ámbitos, ligados por un interés común y con el objetivo de mantenerse conectados para colaborar, trabajar y ayudarse entre ellos. Así mismo, como expone Van Aalst (2003), el establecimiento y desarrollo sistemático, metódico y organizado de conexiones internas y externas (comunicación y coordinación) entre personas puede mejorar el rendimiento laboral o académico de estas personas y del grupo al que pertenecen. Y es que, como dice Castañeda, (2007b:p.2) “casi cualquier persona en formación esté o no inmersa en modelos educativos formales, está llamada a mantener conexiones con otros iguales, por medio de nuevos e innovadores modelos de interacción que aparecen disponibles a través de las Redes”.
que son las redes de colaboracion?
Dicha necesidad de colaboración como estrategia metodológica, ha hecho que, como expone Castañeda (2007a), uno de los eslóganes y términos de educación que más se usen en los últimos años sean “Learning Together” (Aprender juntos), “Comunidades de Aprendizaje”, “Inteligencias Conectadas”, “Inteligencia Compartida”; dejando de ser “palabros” y patrimonio exclusivo de expertos investigadores en educación, llegando a convertirse en cada vez más José Javier Díaz Lázaro | ~23~ usuales en cualquier discurso que se precie sobre estrategias de evolución empresarial o de aprendizaje en casi cualquier ámbito.
Dicha necesidad de colaboración como estrategia metodológica, ha hecho que, como expone Castañeda (2007a), uno de los eslóganes y términos de educación que más se usen en los últimos años sean “Learning Together” (Aprender juntos), “Comunidades de Aprendizaje”, “Inteligencias Conectadas”, “Inteligencia Compartida”; dejando de ser “palabros” y patrimonio exclusivo de expertos investigadores en educación, llegando a convertirse en cada vez más José Javier Díaz Lázaro | ~23~ usuales en cualquier discurso que se precie sobre estrategias de evolución empresarial o de aprendizaje en casi cualquier ámbito. Este tipo de colaboración (en redes) se traslada a otro escenario, un escenario virtual, conformando redes de colaboración, entendiendo éstas, según Maldonado y Serrano (2008) como comunidades basadas en la comunicación con fin de construir conocimiento y, así, como exponen Velásquez y Laity (2007), creando flujos de información sin fronteras, que apoyándose del uso de Internet y las herramientas de las tecnologías de información y de las comunicaciones (TIC) han demostrado una gran capacidad de generar conocimiento. Ya en 1995, Adell, se acercaba a este concepto de redes de colaboración en el aula, exponiendo lo siguiente: Estudiantes de clases distantes físicamente utilizan la red como medio de comunicación para realizar proyectos colectivos, recoger e intercambiar datos sobre aspectos diferentes de su medio ambiente o estudiar las diferencias y semejanzas culturales entre comunidades de diferentes países. En un 'revival' sorprendente, una especie de "Freinet electrónico" se apodera de las aulas conectadas a la red: los estudiantes se enzarzan en correspondencias escolares electrónicas y multimediáticas con compañeros de la otra parte del mundo.
Este tipo de colaboración (en redes) se traslada a otro escenario, un escenario virtual, conformando redes de colaboración, entendiendo éstas, según Maldonado y Serrano (2008) como comunidades basadas en la comunicación con fin de construir conocimiento y, así, como exponen Velásquez y Laity (2007), creando flujos de información sin fronteras, que apoyándose del uso de Internet y las herramientas de las tecnologías de información y de las comunicaciones (TIC) han demostrado una gran capacidad de generar conocimiento.
Ya en 1995, Adell, se acercaba a este concepto de redes de colaboración en el aula, exponiendo lo siguiente: Estudiantes de clases distantes físicamente utilizan la red como medio de comunicación para realizar proyectos colectivos, recoger e intercambiar datos sobre aspectos diferentes de su medio ambiente o estudiar las diferencias y semejanzas culturales entre comunidades de diferentes países. En un 'revival' sorprendente, una especie de "Freinet electrónico" se apodera de las aulas conectadas a la red: los estudiantes se enzarzan en correspondencias escolares electrónicas y multimediáticas con compañeros de la otra parte del mundo.
En este nuevo escenario virtual, donde se asientan las llamadas redes sociales, se configuran las “redes de colaboración”. Estas redes, pueden ser llevadas a todo tipo de ámbitos, tanto profesional como educativo, entre otros, y creando del mismo modo una interconexión entre estos tipo diferentes de ámbitos, ligados por un interés común y con el objetivo de mantenerse conectados para colaborar, trabajar y ayudarse entre ellos. Así mismo, como expone Van Aalst (2003), el establecimiento y desarrollo sistemático, metódico y organizado de conexiones internas y externas (comunicación y coordinación) entre personas puede mejorar el rendimiento laboral o académico de estas personas y del grupo al que pertenecen. Y es que, como dice Castañeda, (2007b:p.2) “casi cualquier persona en formación esté o no inmersa en modelos educativos formales, está llamada a mantener conexiones con otros iguales, por medio de nuevos e innovadores modelos de interacción que aparecen disponibles a través de las Redes”.
Las posibilidades de estas redes de colaboración, comprendidas en su base por los llamados medios sociales, disponibles gracias a la web 2.0, como son las redes sociales, blogs, microblogging,
escritorios compartidos, programas de edición colectiva, etc., suponen nuevos medios de
comunicación y de colaboración, caracterizados por la posibilidad de crear grandes conversaciones (Rojas y cols., 2006), donde, del mismo modo, los usuarios de estas redes conocen y se relacionan con otros a través de hiperenlaces (Rojas y cols., 2006), permitiendo así la configuración de una red de contactos, red social, o red de colaboración (Bernal y Solano, 2011).
En definitiva, como explica Litwin, Edith (2005): trabajar colaborativamente y conformar redes entre instituciones, refuerza los vínculos intercomunitarios, fortaleciendo a las mismas ya que las incluye en una gran comunidad profesional y académica que se nutre de la colaboración de sus miembros, permitiendo la comunicación, difundiendo experiencias y construyendo colectivamente propuestas
referencias:
file:///C:/Users/Carmen/Downloads/trabajo%20colaborativo%20en%20red.pdf
https://digitum.um.es/jspui/bitstream/10201/36561/1/%2522TFM_DIAZ%20LAZARO.pdf
Dirección Dra. Isabel Mª Solano Fernández Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia
MÁSTER INTERUNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA EDUCATIVA, E-LEARNING Y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO Realizado por: José Javier Díaz Lázaro Dirigido por: Dra. Isabel María Solano Fernández Murcia, a 13 de Septiembre de 2
https://digitum.um.es/jspui/bitstream/10201/36561/1/%2522TFM_DIAZ%20LAZARO.pdf
Dirección Dra. Isabel Mª Solano Fernández Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia
MÁSTER INTERUNIVERSITARIO DE TECNOLOGÍA EDUCATIVA, E-LEARNING Y GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO Realizado por: José Javier Díaz Lázaro Dirigido por: Dra. Isabel María Solano Fernández Murcia, a 13 de Septiembre de 2
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